Paciencia, contención y oportunidad
El Tipo Coordinador en el Método Genius (o Proyector, en la nomenclatura del Diseño Humano “clásica”) tiene una cualidad única: da forma a la síntesis entre la fuerza creativa (Yang) y la fuerza receptiva (Yin) que está captando en el entorno.
Aproximadamente un 22% de la población pertenece al Tipo Coordinador. Los Coordinadores, como los Iniciadores y Observadores, se caracterizan por no tener definida el área de la Vitalidad en el Campo de Potenciales de GeniusReport® o 64keys.
Por lo tanto, trabaja desde los arrabales de la fuerza vital y traslada el impacto del Yang al Yin, para establecer un equilibrio nuevo, primero en el interior, entre ambas fuerzas, hasta llevarlas, más tarde, al espacio colaborativo humano, donde transmite la información a Generadores y Especialistas.
Los Coordinadores aportan una energía estimulante a la vida de los Tipos Vitalistas (Generadores y Especialistas) si y sólo si lo hacen de la manera correcta, en su debido momento y con el toque adecuado. El don de la oportunidad es fundamental para un Coordinador.
La estrategia de éxito del Coordinador consiste en esperar una invitación directa, o la energía correcta de una invitación en el contexto. Si los otros Tipos no lo entienden todavía y no están en el punto para aceptar el asesoramiento del Coordinador, es que aún no es el momento o no es el Coordinador adecuado para ellos.
Los Tipos vitalistas (con el área de la Vitalidad definida en el campo de potenciales GeniusReport o 64keys, el aproximadamente 70% de la población) están viviendo en un mundo de acción (de acciones adecuadas o no), poniendo su energía en cosas que funcionan o que no funcionan, a veces ocupándose de cosas ridículas, desde la perspectiva del Coordinador. Un Coordinador puede ver todo esa actividad generadora. Es connatural a él tener mucha percepción y conocimiento. Pero no está en su destino energético intervenir para corregir el «error» que está viendo hasta que los demás estén preparados para corregirse. Pueden ver los problemas ajenos con mucha antelación (los propios son harina de otro costal). Y esto presenta un pequeño dilema. El Coordinador ve lo que pasa y dice: «le voy a decir esta cosita que veo a Fulanito «. Pero sólo porque fulanito esté pasando algo por alto no quiere decir que tú, Coordinador, tengas que intervenir.
Es probable que hayas aprendido a no ofrecer consejos porque has recibido palos al hacerlo en el pasado, ¿verdad? Si tienes la tentación de introducir tu “cuña informativa y correctiva” al despiste, no lo hagas. Tienes que tener, de antemano, el respeto y la empatía total por el proceso de los demás tipos Vitalistas. Tienes que darte cuenta de que no tienes que intervenir en la energía ajena, ni directa, ni sutilmente. Si consigues percibir todas esas pequeñas obviedades, no es para que tengas que hacerlas patentes, siempre y en todo lugar para dejar claro lo listo que, sin duda, eres. A veces sí, claro. Pero muy a menudo, no. Ese es el gran reto para un Coordinador: estar en modo espera por el tiempo que sea correcto y necesario. A veces una eternidad… esa es la verdad.
Si ofreces el consejo antes de que los demás estén preparados y dispuestos a recibirlo, te harán la vida muy desagradable. Sentirán que les estás incomodando, porque no están preparados y les estás interrumpiendo “en lo suyo”. Puede ser que estén metiendo la pata hasta el fondo, pero es su propio proceso. Para el Coordinador es un acto de humildad y empatía reconocer que los otros necesitan hacer su proceso, aunque la solución a sus problemas le parezca obvia.
Todo es cuestión de oportunidad para un Coordinador. Tienes este tremendo don de intervenir y llevar el éxito a los proyectos, pero si te rechazan mucho, puedes amargarte mucho, también. Entonces esa amargura comenzará a irradiar por tu aura y es aún menos probable que te inviten y te pidan ayuda en el futuro, justo por ello.
La espera paciente del Coordinador consiste en ser capaz de sincronizar la deficiencia que él advierte, con el momento en que la otra persona necesita oírlo. Se trata de esperar a que la gente esté preparada para su magia. El Coordinador se anticipa a menudo. Se mueve muy rápido. Consigue la imagen global a tal velocidad que le parece casi increíble que otras personas puedan ignorar lo obvio. Incluso cuando siente que ha esperado mucho tiempo, para los tipos Vitalistas ha sido sólo un parpadeo. Ni siquiera se han dado cuenta, porque están ocupados con su propia e intensa energía generadora. No saben realmente lo que está pasando, sólo están inmersos en su mundo energético creativo. A menudo van (vamos) como pollos sin cabeza. Si eres un Coordinador puedes ver, con amargura el tiempo que pueden tardan algunos seres vitalistas en darse cuenta de lo que es obvio para ti.
«No me aprecian, no me reconocen, no se preocupan por mí. Ni siquiera ven que tienen problemas. Cuando les señalo las dificultades que tienen, no las notan. Son unos borregos, marchando hacia el precipicio, felices e ignorantes. Nadie parece saber lo que pasa, y cuando intento ayudar, me humillan y me hacen sentir que no tengo nada que hacer. Con lo listo que soy…».
A menos que el Coordinador entienda de qué va todo su campo de potenciales electromagnético, la amargura lo atrapará. La moneda que el Coordinador puede utilizar y con la que puede ser remunerado es el aprecio. «Aprecio el proceso. Aprecio lo que estás pasando. Puedo verlo. Te quiero dentro de este proyecto, Coordinador. Veo lo difícil que es».
Si un Coordinador vive su papel natural, si no está tratando de imitar a un Generador o un Iniciador ni buscando reconocimiento, verá el cuadro completo: en qué punto están del proceso, cuándo es probable que necesiten ayuda, cuándo es probable que pidan ayuda. Su autoridad puede evaluar cuándo están preparados y si quieren, o no, lo que su campo de potencial Coordinador está ofreciendo. ¿Es una invitación real? ¿Están en el punto en el que van a apreciar el consejo o la ayuda del Coordinador? ¿Lo van a apreciar como merecen?
El rol del Coordinador es madurar él mismo en el espacio de la espera empática. Esperar no como una forma de castigo, sino porque los Coordinadores tienen la extraordinaria capacidad de observar al otro para ver y apreciar el progreso del prójimo. Por lo tanto, la contención es una condición sin la cual carecen de presencia. Y la contención va de la mano de la espera paciente y empática.
El Coordinador sabe cuándo algún tipo Vitalista está en el punto en que necesita esa intervención luminosa, esa animación que genera el cambio, que abre la puerta al siguiente ciclo de crecimiento, que desbloquea el camino. Aquí es donde los Coordinadores pueden intervenir con sensibilidad e insertar el tipo adecuado de animación brillante y de transferir esta información al mundo de los Generadores, para reavivar el proceso de desarrollo. Los Coordinadores, con su talento para apreciar, maravillarse y observar la construcción del Maia, pueden esperar a aportar lo que sea necesario, cuando sea necesario, no antes, ni después: en el momento exacto. Qué arte…
El Coordinador está aquí para los Vitalistas y lo está gracias a su apreciación. No es que necesite hacer o decir algo en particular. Puede simplemente ser él mismo y saber que su aura, su campo electromagnético, es un regalo cuántico a la espera de ser abierto por un aura Yin, generadora, en su momento de cambio. Le reconocerán.
Dondequiera que van, ese don va con ellos. Viven para ese don. Se mueven de un ser energético a otro, de acuerdo con lo que les indica su don. Entonces, su aura facilita el movimiento de la energía. De repente, otra persona de la conversación dice lo que el Coordinador pensaba que tenía que decir…. Simplemente surge como parte del intercambio porque el Coordinador, con su aura, su presencia y su alineación estaba facilitando esa situación. No le hacía falta ni intervenir. Su aura habla por si misma si está en su espacio y en su momento.
El mejor líder es aquella persona que permite que los demás sientan y piensen que se guiaron a sí mismos, que llegaron a donde llegaron por sí mismos.
Los Coordinadores tienen el potencial de analizar los sistemas, de ver cómo funciona la totalidad del sistema, sus dinámicas, sus conexiones. Por ello se sienten bajo presión y tienen tendencia a auto invitarse, a proponerse para resolver los problemas de los demás, a proponer proyectos a otras personas. Y ahí es dónde se activan todas las alarmas. El Coordinador no tiene que lidiar con toda la energía de los tipos Vitalistas. Sólo tiene que ver las dinámicas.
No tiene que actuar. Sólo tiene que amarlos, estar allí y su presencia hará que todo funcione. En eso consiste el salto cuántico del reconocimiento, la apreciación, la comunicación y la invitación. De hecho, no es que tenga que esperar la oportunidad, sino que tiene que descubrir que él mismo, el Coordinador, es la oportunidad para otro de comunicar con él, de admitir que es difícil hacerlo, de admitir que la mediación es necesaria. Solo entonces te dirán: «Muchas gracias por tu respeto. Muchas gracias por tu labor de facilitador». Ahí es donde el Coordinador puede obtener algo de lo que da, pues está haciendo lo propio, lo suyo.
El Coordinador necesitan establecer un equilibrio entre su impulso interno y lo que la realidad externa está lista para recibir, antes de irse a ofrecer consejos. Con la auto-invitación, un Coordinador no le dedica tiempo necesario para equilibrar su energía interna, que es un trabajo previo fundamental. Puede que el consejo sea bueno, pero no hubo el suficiente trabajo interno para ofrecerlo con el don de la oportunidad, en la otra mano.
Al darse el tiempo necesario para equilibrar su propia energía, los Coordinadores favorecen que se aprecien sus capacidades. Es entonces cuando el Coordinador encuentra el éxito: guiar a otros con precisión y de ser apreciado por ello. Ver su éxito reflejado en la forma en que usan los demás su energía gracias a su presencia.
©Victoria Malvar, 2021. Sendero de Individuación
Victoria Malvar
Consultora, formadora y Supervisora del Método Genius
Fundadora del Proyecto Sendero de Individuación® y Método Genius
Activadora de talento y potencial humano genuino.
Filóloga, escritora, conferenciante y traductora con amplia experiencia directiva en Gestión Cultural, liderazgo de equipos y formación.Desde la individuación a la transformación de los equipos humanos colaborativos, impulsa, con el Método Genius, la construcción de una realidad donde la misión, el propósito y la gestión de la propia esencia individual se encuentren y prendan la chispa consciente en nuestras vidas privadas y laborales..
Investigadora de diversas mutaciones del SDH (BaanTu, Las Claves Genéticas, 64 Keys, GeniusReport…).
Consultora sistémica (laboral y familiar) / Operadora T.R.EWebs: www.metodogenius.es / www.64keys.es / www.lasclavesgeneticas.com
